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Otro punto sobre el reino del reves: LA INCOMPETENCIA
M.Montenegro Las cartas de Pablo nos hablan mucho sobre el hecho de Cristo, doctrinas, comunión y misión apostólica. Sin embargo es muy interesante observar la segunda carta a los Corintios, donde Pablo habla mucho de si mismo. Se deja ver a un hombre débil, un necesitado he incompetente. 2 Cor 4.7-10 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos... Aquí el apóstol expresa sus luchas. Pero no se queja, sino aprovecha y deduce que mientras se perciba así mismo como un vaso de barro, el tesoro, dentro del vaso, honrara a Dios y exaltara el poder de Dios. Pablo se siente atribulado, en apuros, perseguido, derribado. Todo lo contrario a una satisfacción carnal. Sin embargo no deja ver entre líneas lastima de si mismo. Mas todo lo contrario. Ser vaso de barro para nuestro hermano Pablo significa su concepto de si mismo: Incompetente. Un metal no puede ser modelado tan fácilmente como el barro. Ser barro equivale a ser manuables al creador, para que él de la forma que le apetece. El barro no es algo caro, en cualquier lugar del mundo basta solo agacharse y tomar un puñado de tierra, mezclarlo con agua y obtendremos el barro. Algo muy elemental, simple, barato y común. Todo lo contrario es cuando nos sentimos ya realizados y competentes por nosotros mismos. Aquí no hay moraleja. “Dios no puede obrar a pleno”. Es muy simple: Nos tiene que dejar así con nuestro alto valor de si mismo. Somos como un tapón que detiene su gloria con nuestro alto valor de nosotros mismos. Ver: Rom 12.3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que esta entre ustedes, que no tenga mas alto concepto de si que el que debe tener, sino que piense de si con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno Si no somos un impedimento SU obra en nosotros continuara perfeccionándose y revelándonos su carácter, y demás cosas; pero si estamos almidonados y con posiciones ya tomadas dogmáticas, es un impedimento para que el se nos manifieste. Dios espera el momento en estos casos, hasta que nos vea un vaso de barro. Podemos orar, aprender muchas cosas biblicas, cambiar nuestros hábitos, salir a testificar, etc. Pero no tendremos una apreciación mas profunda sobre la persona de Dios. Nuestro conocimiento de él será un tanto superficial. Que seamos como un vaso de barro da la posibilidad a Dios de expresarse. Observemos que un vaso de barro no es un puñado de tierra en la mano, sino que modelado con la cabidad de un vaso, un pequeño deposito para el tesoro. Decir vaso de barro es decir: “ Ya esta formado”. Miremos que no se lo asocia con algo corpulento o fuerte, “capacitado” o “competente” sino como algo frágil como lo es cualquier vaso o recipiente de barro. En 2 Cor 4.6 Nos deja ver parte del tesoro: Porque Dios, que mando que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Este es el tesoro: La iluminación de la Gloria de Dios en Jesucristo; incluye todo el Kerigma y la Didake. Esta en el corazón de Pablo que pudo ver su incompetencia al ver el contraste con la gloria del Señor y su condición. Ver: 2 Cor 3.5-6 ...No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata mas el Espíritu vivifica Aquí nuevamente la concepción de Pablo de si mismo. No competente. No apto. No satisfecho. Es como si dijera. ¿Qué puede Dios sacar algo bueno de mi? Pablo descubrió su incapacidad para estos asuntos, al estar cerca de la gloria del Señor pudo vislumbrar que era incapaz. Es muy probable que en su vida anterior se sintiera verdaderamente completo, apto, capaz, preparado. Como que Dios le necesitaba irremediablemente como una herramienta. En realidad cuando nos sentimos suficientes es nuestra humana naturaleza que nos susurra. “ Mira todo lo que sabes”. “Compárate con los demás y veras”. “ Hay tanta necesidad y observa tu profunda formación”. O cosas por el estilo. Son consejos que surgen de nuestra emoción que necesita de vez en cuando una inyección de animo. Son ideas que no debemos oír. Son frases que nos exponen a una suficiencia humana, donde dejamos de creernos vasos de barro, para comenzar a pensar que el tesoro y el vaso son idénticos. Sentirnos incompetentes nos trae autoridad de Dios Puede ocurrir que después de varios años de estudio de la palabra, discipular a otros, y haber notado una mejor calidad de vida en el Señor, nos sintamos completados y mas competentes. Pero el conocimiento, discípular a otros y una mejor conducta no debe suplantar el deseo biblico que nos sugiere sentirnos naturalmente incompetentes. Si un día, por vernos que tenemos dones en operación, y la gente nos sigue, llegamos a pensar algo como de nosotros mismos, estamos fritos. Nuestra competencia y alabanza siempre debe venir de Dios, y no de nuestra percepción de nosotros mismos ni de otros. Estudiar la biblia, ayudar a otros, enseñar a otros, llevar una vida de testimonio, debe conducirnos a vernos tal como somos, de tierra. Que mezclado con agua nos hace barro, y con unas manos alfareras que nos forme nos hace vasos. Si los dones nos confunden y nos distraen no somos competentes para Dios. Cuando quiero ocupar un puesto en la iglesia lo mismo. Si esto sentimos es porque tenemos un alto concepto de nosotros mismos. Demuestra que no estamos preparados, que espiritualmente estamos débiles, mientras que humanamente fuertes Esta incompetencia que hago mención, nos da autoridad de Dios, pues deja que él en nosotros sea poderoso. De esta manera cuando él necesite que hablemos, hablaremos; y por el contrario, cuando el necesita que estemos en silencio, callaremos. Si él necesita un ciervo para determinada tarea, podrá contar con nosotros. Si necesita oídos, puede utilizar los nuestros para que escuchemos a alguien dolorido en su alma. Y así con todo lo demás. La autoridad de Dios solo se manifiesta cuando el corazón del discípulo es un altar únicamente para él. Es menester ser fuertes en el hombre interior, pero débil en la carne. Pablo vuelve a mencionar algo similar: 2 Cor 11.28-30 ¿Quién enferma y yo no enfermo? ¿a quien se le hace tropezar, y yo no me indigno?. Si es necesario gloriarse, me gloriare en lo que es de mi debilidad. Nuestra insuficiencia nos debe empujar a rendirnos ante el Señor. Debe generar hambre de él. Y a ponernos de rodillas ante su majestad. Toda situación difícil, donde me veo impotente, debe llevarnos a entregarnos al regazo de Dios No podemos optar por el plan “B” cuando las cosas no salen como quiero y recurrir a nuestras propias fuerzas o picardía para obtener la paz en el alma. El menosprecio a nuestra capacidad natural debe ser el mismo grado que llevo a Jesús a la cruz. Sin conmiseración por si mismo. Todo ayuda para bien a los que son hijos de Dios. Las enfermedades, las injusticias, las traiciones, las necesidades, etc. Estos son los elementos que hay en la escuela de Dios como elementos formativos. Nos conduce a ser revelados de quienes somos, seres frágiles y débiles. Pero espiritualmente sensibles y fuertes Ga 2.20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi Todo lo que tenemos es del padre. Aquí se terminan las influencias personales y los logros. Si tenemos un poquito de luz en cuanto a la vida en Cristo, en cuanto a la vida de iglesia y sobre el carácter del obrero, no es nuestro. Si tenemos una hermosa familia, muchos amigos y grandes conquistas, no es nuestro. Todo es de Dios. Los hijos, la esposa, el trabajo, la casa, el aire que respiramos, la flor que miramos, la inspiración, la música que escuchamos, los pájaros que nos deleitan con su silbido, la humildad, la gracia, los amigos, el deseo de agradar al Señor, la fe, los familiares, los vecinos, todo el organismo físico, las ideas, el futuro. Todo es de él y para él. Col 1.15 Cuando hacemos la obra en la carne, el resultado será: Carne. Es paradójico, pero a la vez habrá gente que se convierta a Cristo. Y en esta línea quisiera agregar que se puede tener el mensaje correcto en la carne pero no la unción de Dios. Es necesario tener el mensaje y la presencia de Dios, y que esta nos tenga. Porque todo esfuerzo humano se debilita, y si no estoy lleno del Espíritu Santo la obra será a medias tintas e improductiva. No hay duda que si esta es nuestra experiencia es porque estamos caminando por ley. Él no nos capacita en la carne con la letra para cumplir la palabra o hacer su obra. El viejo hombre debe estar muerto, este no puede jamas vivir la palabra, sino solo el hombre nuevo renovado. Lc 14.26 Si alguno viene a mi, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo Lc 14.27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mi, no puede ser mi discípulo Lc 14.33 El que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo La incompetencia me obliga a descansar en el Señor para agradarle en la fuerza del Espíritu Santo. Me conduce por la senda del perdón, del arrepentimiento y de la búsqueda sedienta del cielo. La suficiencia me da coraje humano, fuerza temperamental para obtener logros en ayuda a otros, conducta y predicación. Sin embargo cuando nos sentimos un vaso de barro podemos hacer estas mismas cosas pero sin peso y presión, porque la carga en él es ligera. Significa que la fuerza viene de él. De esta manera el cansancio desaparece. Nuestra inclinación humana siempre señala, se sorprende y valora aquellos que hablan bien, que tienen sabiduría, y los que están siempre activos. Pero Dios no siempre se deleita con estos. Solo el sentir de incapacidad en el discípulo brinda al Señor la libertad de elegirnos cuando él nos requiera para una tarea determinada, y que el pueda expresarse a través nuestro., como también a dejarnos en inactividad por algún tiempo. Siempre es necesario que mengüemos para que el crezca en nosotros Nuestro potencial esta limitado espiritualmente hasta el día que nos consideremos vaso de barro. Un tesoro puede podrirse en un recipiente duro de metal, no así en uno de barro. Todo siervo de Dios debería detestar el aplauso de la gente, la exaltación y los halagos. Esto limita el obrar de Dios. Hablando de vasos. Si tengo un vaso cuya abertura esta hacia arriba, entrara todo contenido que le pongamos. Pero si esta hacia abajo, no entrara nada. Así deberíamos mantener nuestro vaso, boca abajo. Desde nuestro corazón debería existir un profundo rechazo a los elogios humanos, señalando lo admirable que somos en la carne. Debemos resistir esas glorias. Sin embargo debemos ser agradecidos y no lastimar los sentimientos de alguien nuevo en el Señor o de un hermano/na que sienta elogiarnos para alentarnos en nuestro crecimiento espiritual Cuando me siento incompetente le doy la gloria a Dios. No por gritos “Gloria a Dios!!!”. Sino con mi vida. Libero a Dios para que obre en lo personal y en los que me rodean. Dejo que el se haga mas mi amigo. Dejo que me influya. Que me sane. Que me corrija. Que me ame. Que me contagie lo que tiene allá en el cielo en su trono, rodeado de santos ángeles. Mi familia se vera afectada. Vivirá el deseo de postrarme y humillarme. Brotara en mi el contentamiento y el gozo de él . Él será el buscado y no las experiencias espirituales. El será el que lo llena todo y lo completa. Ya no luchare con las cosas, sino que buscare afinar mi oído para oír su preciosa vos. Y en cuanto a la iglesia, repito: La autoridad espiritual no es el imponerme. Hablar mas tiempo que los otros. Hacer o decir cosas impresionantes. Esto es seña de debilidad espiritual. La autoridad viene de Dios cuando admito mi incompetencia y le doy todo el espacio en mi vida. Un día escuche a alguien decir: ¿Vos que sos papa o huevo?. Me pregunte ¿papa o huevo?, que significado tendrá... Resulta que se trataba de la actitud ante el fuego de la prueba. Observemos que ante el calor el huevo se endurece y la papa se hablanda. ¿Qué posición tomamos nosotros cuando un hermano amado nos agrede o nos traiciona?, ¿y ante una situación difícil económica que hacemos, nos ponemos duros como el huevo o blandos como la papa?. El enigma es: Descansamos en Jesús o nos defendemos y enojamos. La actitud correcta seria hablandarnos como la papa, perdonar y pedirle a nuestro Dios dirección; también preguntarle: ¿Papá, que me quieres enseñar con todo esto?, ¿cuál es tu propósito?, Ayúdame Señor que soy muy débil. La incompetencia es unos de los valores claves del reino de Dios. Sin humildad abnegacion, llevar la cruz y hacer todo esto sin pretencion ni fuerza humana sino en el poder del Espiritu, da en el blanco en cuanto al sermon del monte y al mensaje cardinal del Señor Jesus. Es otro asunto basico del reino del reves. |
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